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miércoles, 7 de enero de 2015

El pecado de navegar en internet



La Biblia describe los pecados que puede cometer una persona. Matar, robar, mentir, blasfemar y prostituirse, se incluyen entre las penas más deshonrosas. Sin embargo, nunca he escuchado al Papa Francisco (máxima autoridad de la Iglesia Católica) prohibir a sus creyentes o ateos navegar en internet.

Diversos intelectuales, investigadores y personalidades del mundo denominan al siglo XXI como la Era de la información, las tecnologías y la comunicación digital.
La sociedad de Cuba busca la manera de insertarse en este contexto histórico,  sin renunciar a sus valores distintivos. En una ocasión, el líder de la Revolución cubana Fidel Castro, expresó que no debían temer a la internet ni a las nuevas tecnologías, sino saber cómo aprovechar sus herramientas para el beneficio social.

¿Qué pensaría el Comandante en Jefe si supiera que en la Universidad de Matanzas a los estudiantes les niegan el derecho de acceder a las redes sociales o consultar las publicaciones del blog La joven Cuba (creado y editado por profesores de la propia institución)? Porque, según describen los alumnos, cuando pretenden abrir Facebook, Twitter o la mencionada web, se encuentran con el famoso cartel: BLOQUEADO. Nunca entenderé el porqué de la decisión, quizás los propios blogueros puedan explicar las razones.

A pesar de las limitaciones económicas y el bloqueo de Estados Unidos, el gobierno de la Isla destina cada año millonarias inversiones para mantener el sistema gratuito de educación universitaria; eso incluye computadoras e internet para la superación constante de los futuros profesionales. Es decir, posiblemente la infraestructura no sea la más actualizada o veloz, pero están creadas las condiciones. Entonces, ¿por qué limitar el libre acceso a la información?

El destacado religioso y teólogo brasileño, Frei Betto expresó: “Una educación que se reduce a mera ortofonía, a la repetición incesante de conceptos petrificados en voz de la autoridad, despoja al educando de sentido crítico y lo imbuye de la idea de que la Revolución es un hecho histórico del pasado y no un desafío perenne de cada nueva generación”.

En una época de transformaciones de toda índole, Cuba intenta construir un futuro próspero y sostenible para sus hijos. Sin embargo, aun falta mucho para desterrar la mentalidad arcaica y subdesarrollada de algunos, que impide el avance hacia ese destino.

Termino con una frase del Héroe Nacional José Martí en La Edad de Oro: “Los hombres deben aprenderlo todo por sí mismos, y no creer sin preguntar, ni hablar sin entender, ni pensar como esclavos lo que les mandan pensar otros”.

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